viernes, 11 de diciembre de 2009

examen


La materialización

Fundamento: Romper con la tradición bidimencional es mi base conceptual, queriendo enfatizar con esto la materialización de las ideas las cuales tienen su punto de partida en el papel para luego manifestarse al mundo como obras tridimencionales de diseño.

Propuesta Personal: Atravez de la neutralidad de color, la luz y la sombra, genera un plano en cuanto al fondo para no generar sectores de mayor interes en el observador más que la tridimencionalidad de los volumenes que emergen del plano del formato.

Público Objetivo: El público al que va dedicada esta ilustración es desde los adolecentes en adelante ya que son quienes se ven mayormente atraidos por la propuesta y tienen mejor entendimiento de lo que se desea transmitir.

Modo de trabajo: El programa en el que se realizo este trabajo es el artweaver, en el mismo se dibujo a modo de boseto luego se fue trabajando atravez de capas partiendo de lo que se encuentra más lejano hasta los planos mas cercanos sobre un fondo gris perla. como herramienta de trabajo se utilizo la tabla digital y en el programa se trabajo unicamente con pincel y aerografo.

Colofón Técnico:
Obra : la materializacion
Autor : Oscar Lucero
Programa : artweaver
Profesor : Marco Antonio Sepúlveda
Ilustracion I - 2009

domingo, 29 de noviembre de 2009

finalozado

La costa
[Cuento. Texto completo]

Ray Bradbury

Marte era una costa distante y los hombres cayeron en olas sobre ella. Cada ola era distinta y cada ola más fuerte. La primera ola trajo consigo a hombres acostumbrados a los espacios, el frío y la soledad; cazadores de lobos y pastores de ganado, flacos, con rostros descarnados por los años, ojos como cabezas de clavos y manos codiciosas y ásperas como guantes viejos. Marte no pudo contra ellos, pues venían de llanuras y praderas tan inmensas como los campos marcianos. Llegaron, poblaron el desierto y animaron a los que querían seguirlos. Pusieron cristales en los marcos vacíos de las ventanas, y luces detrás de los cristales.

Esos fueron los primeros hombres.

Nadie ignoraba quiénes serían las primeras mujeres.

Los segundos hombres debieran de haber salido de otros países, con otros idiomas y otras ideas. Pero los cohetes eran norteamericanos y los hombres eran norteamericanos y siguieron siéndolo, mientras Europa, Asia, Sudamérica y Australia contemplaban aquellos fuegos de artificio que los dejaban atrás. Casi todos los países estaban hundidos en la guerra o en la idea de la guerra.

Los segundos hombres fueron, pues, también norteamericanos. Salieron de las viviendas colectivas y de los trenes subterráneos, y después de toda una vida de hacinamiento en los tubos, latas y cajas de Nueva York, hallaron paz y tranquilidad junto a los hombres de las regiones áridas, acostumbrados al silencio.

Y entre estos segundos hombres había algunos que tenían un brillo raro en los ojos y parecían encaminarse hacia Dios...

FIN



proceso

proceso

bosquejo

lunes, 23 de noviembre de 2009

lunes, 16 de noviembre de 2009

Naturaleza


Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio

Un chiquillo, reiteradamente decepcionado y traicionado por alguien que él creía amigo, se lo contó a su padre preguntándole por qué pasan estas cosas. El padre le respondió contándole esta historia:

Un día un escorpión llegó a la orilla de un río y, teniendo que pasar al otro lado, empezó a buscar un medio que le llevase sin riesgo de ahogarse. De repente, viendo a una rana que estaba tomando el sol, una idea hizo mella en su mente. Decidió formularle su propósito preguntándole:

- Oye rana, ¿ podrías llevarme a la otra orilla nadando conmigo en la espalda ?

La rana le contestó:

- ¿ De verdad me crees tan idiota ? Sé muy bien que una vez subido en mi espalda me clavarás tu aguijón matándome.

- No seas tonta -replicó el escorpión- ¿ cómo podría hacerte eso ? ¿Acaso no sabes que nosotros no sabemos nadar y que si yo te matase moriría contigo ?

La rana, reasegurada por este razonamiento lógico pensó: " Es verdad. Si me matara, él también se moriría... y no creo que esa idea le guste...

- De acuerdo, sube. Te llevaré -dijo el batracio.

El escorpión se acomodó en la espalda de la rana y ésta empezó a cruzar el río. Una vez llegados a la mitad del torrente, en el punto más profundo, el escorpión levantó su pincho y, de un rápido golpe, lo clavó en la cabeza de la rana. Esta, agonizando atónita, apostrofó:

- ¿ Qué has hecho, imbécil ? ¡Ahora te vas a morir tú también, cretino !

- Lo sé -contesto el alacrán- pero soy un escorpión y esta es mi naturaleza.